‘Niños autónomos, adultos inteligentes’ escrito por Olimpia Tarda
¿ Me podías indicar , por favor, hacia donde tengo que ir ? Eso depende de a dónde quieres llegar, contestó el gato. A mí no me importa demasiado a dónde…dijo Alicia. En ese caso, da igual hacia dónde vayas, interrumpió el gato ( Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carrol ).
Saber dónde queremos llegar es el primer paso que tenemos que dar para empezar a caminar y llegar a nuestro destino. Me encanta el mes de enero porque es una época en la que todos nos ilusionamos con el nuevo año, nos ponemos metas y nos proponemos hacer ciertos cambios en nuestras vidas. Acostumbramos a decir cuando tenga ( dinero, salud, tiempo libre….) haré ésto o lo otro y seré más feliz . Pero es justo al revés como tenemos que plantearnos la frase, desear algo es transformarse para atraer el logro, dice el escritor Raimón Samsó. Por ello, tendríamos que preguntarnos , qué tengo que hacer para ser la persona que llegue a tener aquello que deseo.
Os animo a preguntaros ¿ Qué tengo que hacer para ser el padre o madre que me lleve a tener la familia que deseo ? ¿ Qué valores quiero transmitir a mis hijos ?
En un mundo cada vez más interconectado y con multitud de información contradictoria y modas sobre cómo debe ser la crianza y educación de los niños, los padres nos sentimos cada vez más inseguros y con más miedos, lo que nos lleva a preguntarnos continuamente si cada acción o decisión relativa a su futuro es la correcta o no. Tenemos miedo a decirle “no” porque se pueden traumatizar o a que sufran, miedo a que se equivoquen , a que no sean felices,… . Términos como padres helicópteros ( aquellos que sobrevuelan a los hijos resolviendo sus problemas , pendientes de cada movimiento y de sus necesidades ), madres tigres ( centradas en la excelencia en los resultados académicos y excesivamente perfeccionistas ), madres medusas ( excesivamente permisivas que no ponen límites y dejan en los hijos la toma de decisiones ),….ponen de relieve que la hiperpaternidad, tal como la denomina Eva Millet , es una tendencia educativa de este siglo caracterizada por la sobreprotección de los hijos y la resolución de sus problemas, con la creencia de que hay que dar a los hijos todo tipo de oportunidades para que triunfen en la vida . Sin embargo, según dice la autora , sobreproteger es desproteger , si resolvemos todo a nuestros hijos, les estamos diciendo “ sin mí no puedes hacerlo, no eres capaz “. Esto merma su autonomía y les hace frágiles y con poca tolerancia a la frustración.
Y ¿ Qué podemos hacer entonces los padres ? Desde mi punto de vista , no perder nunca el sentido común, relajarse, disfrutad de la paternidad entendiendo que habrá días mejores y otros horribles, como en todo, quererles mucho sin perder la autoridad, acompañarles en su frustración no evitarla, confiar en ellos, asignarles responsabilidades , y cuando te encuentres en una situación en la que no sabes qué hacer, volver a recordar los valores que quieres transmitirles. Cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para el desarrollo, decía María Montessori. Formar a niños autónomos es imprescindible para que se conviertan en adultos independientes.