Alimentación para niños en verano
¿Sientes que tus hijos comen peor con el calor, o te preocupa que puedan deshidratarse?
Aquí tienes algunos consejos sobre una dieta saludable para el verano.
Durante el verano, los horarios se alteran, los niños duermen más tarde, salen a jugar y no quieren perder tiempo comiendo, consumen más dulces, helados y refrescos, reduciendo la ingesta de la comida principal, por lo que durante esta época del año hay que tener especial cuidado con su alimentación.
En el caso de los niños, al calor ambiental debemos sumarle las mayores horas que pasan al sol, jugando al aire libre en el parque, en la playa o en la piscina. Estas situaciones van acompañadas de más ejercicio físico, lo cual debe fomentarse. La combinación de calor y ejercicio hace que debamos preocuparnos especialmente por mantener una hidratación adecuada, tanto a través de la ingesta de líquidos como manteniendo una dieta adecuada.
La alimentación en verano cambia y apetecemos alimentos frescos que nos ayuden a mantenernos hidratados. Ya no nos apetecen tanto los platos calientes y densos que podemos comer en invierno. Debemos buscar alimentos que contengan muchas vitaminas, minerales y fibra. Vamos a hablar de 4 alimentos refrescantes que son ideales para esta temporada de verano.
- Frutas de temporada
La sandía, el melón y las cerezas son frutas de temporada que se vuelven esenciales en verano. Se pueden comer en trozos, con yogur, trituradas en batidos o con leche fresca en forma de smoothies y son ideales como postre, merienda o desayuno. Por ejemplo, un original gazpacho de sandía que seguro les encantará.
- Cremas de verduras
El verano es la temporada estrella para las cremas frías como la de calabaza, de verduras o el clásico gazpacho. Otra buena idea es el salmorejo cordobés, que seguro les encantará, o una ratatouille tibia con huevos fritos y arroz.
- Helados y sorbetes
Es mejor si son caseros y puedes prepararlos con ingredientes naturales. Un alimento nutritivo que puedes hacer con una licuadora, un molde y un congelador. También puedes combinarlos con leche y hacer batidos originales y nutritivos.
- Ensaladas frías
Otra opción son las ensaladas frías en las que puedes usar toda tu imaginación, por ejemplo, una ensalada de gambas y melón o de espinacas, fresas y queso fresco.